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Las cosas que pasan…

Las cosas que pasan…

Cuando las cosas aparecen sin búsqueda, son intensamente en el presente, y pasan como si no se fueran. Las cosas que pasan son la realidad en forma de cosas, y al estar sin huida ni búsqueda mental, la espontánea experiencia no deja residuos. La realidad permanece constante en el aparente pasar de las cosas. La reiterada sensación que las cosas ya han pasado, o que las cosas no acaban de pasar, es un bucle mental, que impide que las cosas pasen en su intensidad absorbente y diluyente. Lo que pasa, pasa ahora, y él ahora es un pasar, sin pasar siendo. 
 
 El recuerdo de las cosas, o la imaginación sobre cosas, solo son cosas que pasan. Puede pasar… el saber que las cosas realmente no pasaron, sino que son el pasar de las cosas, pues las cosas cuando son, son. El recuerdo de las cosas solo es una película mental, entremezclándose con las cosas que pasan, en el pasar de las cosas. 
 
 El sorprendente pasar de las cosas, es el ahora que no pasará, en el pasar siendo de las cosas que pasan. Sencillamente, el pasar de las cosas es lo que está pasando, nada más se puede decir sobre el pasar, no pasar, y pasara, pues el pasar es lo que Es. Lo que esencialmente Es, no es ni pasado ni futuro, es eterno presente, el pasado y el futuro solo son cosas que pasan en el presente.
 

Atención sostenida

La atención sostenida tarde o temprano puede revelar su paradójica naturaleza simultánea, de ser y no ser la experiencia. Esa peculiar realidad de su naturaleza, hace que la atención pueda ser un indicativo de identidad. Pues lo que es idéntico, constante e inalterable, en todo momento y circunstancia es la atención, la atención como posibilidad de experiencia, y la atención en ella misma, como trascendencia a toda experiencia. 
 
 El reconocimiento de la naturaleza de la atención, se estabiliza, cuando la atención se evidencia a sí misma como presencia silente; como experiencia directa, global o concreta, diluyendo el hábito mental de un sujeto que en realidad es objeto; o como atemporalidad indescriptible.

La atención

La atención es la cualidad intrínseca de la conciencia, siendo en realidad ella misma, solo que es mal interpretada por la mente. 
 
El origen de la falsa interpretación, es la identificación en la relación sujeto-objeto. Pues a lo único que se le puede llamar realmente sujeto es a la atención misma. Y el supuesto objeto es la experiencia de ella misma en sí misma.
 
Otra cosa es la peculiaridad de la experiencia entre la relación de objetos, y por supuesto el objeto corporal con su cualidad sensitiva. 
 
La atención es el medio, el fin y el principio, del reconocimiento de la realidad. La atención es lo único que se “tiene” siempre por que se Es.
 
Es el Maestro, es la potencia del Amor, es realmente el discípulo en su esencia, es la vida en su proceso de nacimiento y muerte.
 
La atención tiene la apariencia de nacer en toda experiencia, pero la atención en su esencia de conciencia es eterna.
 
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