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Bondad y Maldad

Bondad y Maldad

La bondad como indicación de lo bueno en contraposición a lo malo. Si lo bueno o el bien por extensión, es lo que más se acerca al bien común. Lo bueno es el gozo, la paz, la alegría, el respeto, la amabilidad, el amor, por consecuencia la bondad en la persona es la sensibilidad que detecta la necesidad de bien, y tiene la capacidad de reflejar o facilitar el bien. Lo malo o el mal, es el dolor, la mezquindad, el ver a los demás como enemigos, el odio que incita al sufrimiento, el egoísmo. La falta de sensibilidad o empatía personal por el dolor ajeno, y estar muy encerrado en un “bien” egoísta por ignorancia, es una indicación de maldad.
 
El discernir entre la bondad y la maldad reconociendo la auténtica bondad es toda una posibilidad.

Los contrastes son inherentes a la vida

Aunque los contrastes son inherentes a la vida (“bien, mal”), y la afirmación individual (ego básico) es una característica inclusiva existencial, la bondad se puede reconocer como la base de la vida.
Una concienciación más integral y genuina del conjunto de lo que llamamos vida, y la vida en si como un bien, no como contraste a un mal. Sino en si misma globalmente, esa concienciación nos hace ver la vida esencialmente como bien. La vida o la experimentación del vivir como un juego lúdico, creativo, basado en el amor, que es el gozo de experimentar, de existir. Desde un punto de vista global, la vida esta surgiendo de un fondo de paz esencial, de conciencia (esencia de vida) que se manifiesta a sí misma. Como experiencia, o consciencia (vida experimentada), y a eso se le puede llamar el bien de Ser, o el Ser como la auténtica bondad. La bondad es esencial al hecho de Ser, que es realmente lo que somos, la Vida. 

Beneficios egoístas

Un aparentar bien para huir de una angustia de culpa consecuente a la identificación (ego), o para conseguir beneficios egoístas puede ser bastante común. El ir de bueno es bastante frecuente, e inevitablemente en mayor o menor medida provoca sufrimiento o insatisfacción, pues es una falsificación psicológica de la autenticidad de la bondad. La bondad está latente en todo el vivir, solo hace falta reconocerla. Desde el punto de vista del ego (exclusiva identificación individual, o creerse solo una forma de vida) es muy difícil ver la bondad en todos sus aspectos. La expansión de la consciencia, que es lo que somos, es ese reconocimiento de fondo o esencia de lo que es la conciencia o vida, y la comprensión de lo existencial o experimental como nuestra manifestación, eso es trascender lo individual integrándose en lo total. Y eso es el reconocimiento de la Bondad de Ser.
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